Otro que viene a pedir

Ayer iba tranquilamente en el metro a ver una obra de teatro. Cuando digo tranquilamente me refiero a todo lo tranquilo que se puede ir últimamente, cada vez se parece más eso a como van los animales en un camión de ganado, y no precisamente por el olor, bueno eso también. En fin de eso hablaré otro día, que me distraigo...A lo que iba, estábamos tan tranquilos cuando entra un chaval, no tendría más de 17 o 18 años, con su novia. Por el fondo se oía a unos chicos tocando una guitarra tratando de cantar algo, cuando le oigo decir al chaval que acababa de entrar: "Ya estamos, otro que viene a pedir". La verdad es que los que estaban tocando, ni estaban pidiendo ni nada, solo pasaban el rato, como los que llevan el móvil a toda voz, gente maja donde las haya que comparte con todo el mundo su gran gusto por la música, qué generosos...Pero lo importante no es si pedían, molestaban o qué hacían, es la frase de semejante mocoso al cual me dieron ganas de darle una colleja que le quitase la tontería de una vez por todas. 

Sí, cada vez hay más gente pidiendo, vendiendo kleenex, cantando, pidiendo ayuda, algo de comer...Y en lugar de pensar en lo dramático y la desesperación que tiene que sentir esta gente para llegar a eso, lo que pensamos es eso, ya viene otro a molestar. Vivimos en un momento en el que nadie está a salvo de eso, nadie. Nos parece que es algo que nunca nos va a tocar, que está muy lejos. Eso mismo pensaban esas personas hasta que les pasó. En este momento vivimos en una situación en el que más de 2 millones de niños (datos proporcionados por Save the Children) viven por debajo del umbral de pobreza. Esto son 3 de cada 10 niños!! Ahora tenemos casi 6 millones de parados, más del 26%, sin contar con los que han tenido que abandonar el país por falta de oportunidades. Un paro juvenil del 65% entre menores de 25 años...y podría seguir dando datos. Estos datos deberían apenarnos, preocuparnos y escandalizarnos. Pero aun hay mucha gente que esconde la cabeza cual avestruz para no ver lo que le rodea, a ellos no les va a tocar.

Esta pasividad y egoísmo que a veces nos acompaña es la que está consiguiendo que no pase nada en este país. Un país en el que día tras día aparece un nuevo caso de corrupción, de latrocinios (me encanta esta palabra que aprendí el otro día, la crisis está consiguiendo ampliar mi vocabulario), de gente aprovechada que vive a costa de los demás. Podríamos echar la vista atrás a los últimos meses, sí, no hace falta irse muy atrás, y tendríamos los casos de Urdangarín, los ERE de Andalucía, el caso Gürtel, las cuentas en suiza de los Pujol, los trajes de Camps... el escándalo de los papeles del tesorero del PP. Da lo mismo el partido político, o la institución que mires, todo el mundo está pringado. Pero si hasta Armstrong ha reconocido que todos sus tours los ganó dopado!!!

Todo esto ocurre en momentos de recortes en sanidad, educación, servicios públicos, salarios, despidos masivos,... y no se les cae la cara de vergüenza. Al contrario siempre se tiene la excusa de que mira los demás que también lo hacen. El problema es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Si claro, gente con cuentas en suiza de 20 millones de Euros y los demás, somos los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. La gente rebuscando en los cubos para encontrar comida, colas en los bancos de alimentos, niños que van al colegio débiles y sin comer...y los que nos dirigen, viviendo en su propio mundo apartados de la realidad, peleándose entre ellos a ver quien acumula más poder y riquezas. 

Pues sí chaval, otro más pidiendo. Y serán más. O hacemos algo o cada día habrá más y más gente que necesite pedir y buscarse la vida como sea. Ojalá tengas suerte y tú no seas uno de ellos.

Entradas populares